martes, 11 de diciembre de 2012

La poesía de Iris Aristeguieta

Guayana es un nombre mágico, evoca leyendas ricas y dramáticas. Sugiere en la mente de los viajeros mil planes para realizar. A la par del frenesí económico e industrial, se prepara para el movimiento cultural y social y la conjunción total de estos valores nos dará la imagen anhelada.

Y así como los proyectos de industrialización andan de boca en boca, así también un nombre .de poeta joven corre en los círculos artísticos del Estado y la Nación. En nuestras manos poemas de Iris Elena Aristeguieta nos llevan de nuevo a una misión casi olvidada: el comentario estético. Vamos a referirnos al mundo poético de Iris Elena, poesía en donde las imágenes son sacadas del mundo que les rodea y su primer acierto: "pero aquí sobre este río jinetean las míseras barcas que ostentan en su velamen cicatrices mal cosidas". El Orinoco será en todo momento su más fuerte estímulo. Ella nació y siguió contemplando en las largas tardes crepusculares, cómo las atarrayas rasgaban el aire en busca de quietudes finita y por eso dice: "mis manos abstraídas lancen redes a las horas que circundan".

Esto en cuanto al mundo sensorial de la poesía de Iris Elena, que la coloca dentro de una tendencia nacionalista. Pero no se queda allí esta poesía. El mundo emotivo de Iris oscila entre una suave intimidad y ansia universalista. Ese intimismo poético la lleva a expresiones como: "me está durmiendo el recuerdo en las cuencas de mis ojos y tú en l paisaje a creyón.

Mujer de su tiempo se angustia ante la posibilidad de una destrucción total y con voz de dulce protesta exclama: "no hay tiempo para los sueños ni tiempo para los goces", su sensibilidad social irrumpe contra "las dudas" y "los engaños", contra "las noches en ruinas" y "los escombros de voz" y por eso dice que ni ella ni nadie "puede amar el silencio que carcome las entrañas".

Hay también todo un mundo de emociones amorosas en toda la poesía de Iris Elena; ella sigue ver¬tiginosamente el camino de las grandes poetisas del Sur. El mundo amoroso de Iris va desde "el manojo de besos que la circundan" hasta las más fuertes pasiones, como: "El insomnio del amado en sus ojos para que con su vigilia salvaje atraviese sus puntas”-

Su poesía en veces recuerda la lírica griega pasional en otras parece el arpa nacional que gime y palpita cuando los dedos del amado pulsan su universo genial e inigualable.

Profesor José Simón Escalona

Ciudad Bolívar 1959