viernes, 21 de julio de 2023

FRANCISCO ARÉVALO

Correo del Caroní. Entrevista del domingo 14 de marzo de 1999 Francisco Arévalo renuncia a la poesía * Ahora el galardonado poeta de San Félix incursiona en la narrativa, con buen pie, pues acaba de ganar el primer premio de Fundarte con la novela La esquizofrenia de las golondrinas y amenaza con Adiós a Matanzas en invierno Américo Fernández Francisco Arévalo, poeta ga¬lardonado, ya con seis publi¬caciones, entre ellas dos que considera fundamentales: Na¬die me reina en estos parajes de hormigón y Textos para in¬somnes, ha decidido sorpresi¬vamente renunciar a la poesía. Creo que ya no voy a seguir escribiendo poesía. Te lo con¬fieso. Es una primicia. La poe¬sía necesita mucha altura, la poesía implica capacidad para expresar el universo con po¬cas palabras y yo, francamen¬te, no puedo. En mis seis poemarios he hecho el intento y no he podido. Cuesta mucho aceptar que se perdió una batalla, pero no queda más remedio. ¿Quién lo decide? Yo, por supuesto. Entonces ¿No crees en los Jurados? -Mira, Américo, quiero no se entienda esto como una huída, sino que creo profundamente que este es un país de poetas donde no quepo yo. -Una actitud derrotista? -De ninguna manera. Es más bien una actitud objetiva ante la vida. Aquí hay muchos poe¬tas que no son poetas, poetas de laboratorio, sí, todavía a esta altura final del siglo vein¬te. Pues bien, la poesía es un asunto peligroso, tan peligro¬so que si se vive en las dimen¬siones de ella uno termina loco. Entonces ¿Ese es el proble¬ma? El problema conmigo no es que yo le tenga temor a la po¬esía. En absoluto, sino que he encontrado una manera cómo¬da de decirle al mundo que no sirve para un carrizo. ¿Una manera cómoda? ¿La narrativa acaso? Me encontré con un amigo en Caracas y me dijo: "Yo es¬toy escribiendo narrativa, algo que tú no puedes hacer". ¿Se¬guro, Carlos? Llegué a El Ti¬gre y comencé a escribir, a es¬cribir, a escribir, hasta que la madre de mis hijos exclamó en tono de reproche: "¡Hasta cuándo tienes que escribir!". Le respondí: "Manda a pasar esos textos" y Coro (profesora Coromoto Gil), mi mujer, se caló toda aquella copiosa monserga y me dijo: "Pero, cada uno de estos textos están concatenados y todos tienen relación. ¡Esto es una novela" y ensambló y ordenó todas aquellas 278 páginas. ¿Qué nombre le pusiste? La esquizofrenia de las go¬londrinas. ¿Qué tiene que ver ese voca¬blo propio de la psiquiatría con las golondrinas, o, es figu¬rado? -Me estás preguntando algo que... Bueno, cuando tú llegas a Coche y te encuentras con aquellos caparazones sin poder hacer nada sino refugiarte en tu casa ¿Qué pasa? -¿Qué pasa? -tienes que estar al tanto que hay una cosmogonía que se está muriendo. -Naturalmente es como para desquiciarse, pero ¡Por qué no me echas el cuento? LA-ESQUIZOFRENIA DE LAS GOLONDRINAS Cuando estaba pequeño, yo tenía un farallón grandísimo donde me masturbaba con mis amigos y eso era una gran gra¬cia, pero llegó un día en que ya no podíamos hacerlo por¬que las golondrinas se volvie¬ron locas, chocaban contra los muros, contra nosotros -¡Terrible!! -Sí. Las recogíamos muertas y ese día yo intenté compren¬der por qué las golondrinas no me entendían, pero al final me di cuenta: no era que esos pá-jaros de cola ahorquillada no me entendían sino que una planta industrial no entendía que las golondrinas necesitan de un ambiente puro para vo¬lar y fabricar sus nidos. ¿Y entonces esa novela ga¬nó un premio? Un amigo tomó esos pape¬les y los mandó al concurso de narrativa de Fundarte en Cara¬cas y obtuvo el primer premio. ¿En qué consiste el premio? Medio millón de bolívares y la publicación de la obra. -¡Qué bueno! No es que sea bueno es que eso no es nada en compara¬ción con lo que uno quiere. -Y ¿Qué es lo que quieres? -Todavía no lo he conseguido. -¿Qué es lo que no has con¬seguido? -Bueno, yo creo que hay unas vainas hermosísimas en el río. No hemos construido la novela que asuma ese río que nos desborda que nos ahoga y que nos ilusiona. -La gente vive de espaldas al río. No lo entiende. -Yo te entiendo poeta. Lo que pasa conmigo es que hay dos contextualidades. Es¬ta Ciudad Bolívar que amo profundamente y Ciudad Gua¬yana. -¿Por qué Ciudad Bolívar si naciste en San Félix y vives más tiempo en El Tigre? Ciudad Bolívar tiene sus ca¬lles, sus muros, sus ventanas, sus azoteas desde donde ob¬servar amablemente, hermo¬samente, al río. Siempre he dado gracias a Dios porque nunca me ha dejado vivir en esta hermosa ciudad, pues cada vez que vengo me lastimo profundamente y me acuerdo de ti, del poeta mayor Abra¬ham Salum Bitar, de Teresa Coraspe, de Pedro Osty, de Néstor Rojas y de ese poeta muerto en mala hora, José Eu¬genio Sánchez Negrón.... y mientas yo al trasegar cerveza, tú escribes un reportaje que sabes hacer perfectamente... quizás estoy desvariando, her¬mano. Y tú, Américo, ¿Has escrito sobre el río? Si no lo has hecho, con todo el respe¬to que me mereces, tú eres un pendejo. -No he escrito poesía ni otro tipo de literatura estética, sino so¬bre la importancia que tiene y ha tenido el río a través de su historia en el desarrollo de los pueblos de Guayana. -Mira, yo quiero hacer un tour por el río y que me acompañes de repente tú, pero hay que joderse porque no es nada fácil navegar el río desde el estuario hasta más allá de los raudales. -Está bien Poeta que navegues, pero no te escolles en los radales, mejor dime ¿cómo te sientes con ese premio importante de Fundarte? -Yo nunca pretendí ser famoso, aunque no lo soy, -¿Qué es para ti la fama? -Un enemigo. -¿Por qué? -Coño, porque te conoce to¬do el mundo, pana, y no voy a poder echarme un palo en el bar de la esquina. Yo quiero pasar desapercibido. Quiero pertenecer a ese mundo de la incógnita del silencio. ADIOS-A MATANZAS-EN INVIERNO Me dijiste que de ahora en adelante nada con la poesía si¬no con la narrativa. Bien, des¬pués de las golondrinas ¿Qué viene? - Adiós a Matanzas en invier¬no. - Bello nombre, por supuesto, una novela ambientada en la Región Guayana. - A mi no me preocupa mucho la regionalización. Yo no creo en esa vaina, creo que hay ciu¬dad parecida donde vivo. En todas partes hay una ciudad parecida a otra porque de to¬das maneras es un lenguaje común. Esto es todo, si no lo logré, mala leche. ¿Qué piensas hacer con ella, seguir el camino de Milagros Mata Gil, adicta a los concur¬sos? No chico. Yo soy un carajo tan tímido y marginado de las roscas literarias de este país, que creo la voy a dejar allí y corregirla cada vez que vaya al baño. ¿Qué quieres decir? -Que el mundo literario está muy prostituido. Yo realmente no sé qué va a pasar con esa novela que terminé hoy cuando he venid con una cerveza en la mano a darte el saludo de Año Nuevo. -Adiós a Matanzas es definitivamente el nombre. -Si no te gusta el nombre lo puedes cambiar. -De ninguna manera, tú eres el padre de la criatura. -Pero tiene derecho porque eres de la familia. -Y ¿Quién te guía en este ca¬mino de la narrativa? Bueno, lo pregunto porque siempre hay una estrella que nos guía. -Dos estrellas, Ernesto: He¬mingway y Sábato. -Por cierto que a Hemingway le gustaban los toros muy a disgusto de la Sociedad Pro¬tectora de animales y aves co¬mo las golondrinas. -Yo creo que hay que perdo¬nar sus corridas de toros y reconocerle la belleza perio¬dística del lenguaje. -¿Y Sábato? -Creo que Sábato es el escri¬tor más brillante que ha parido este siglo, indudablemente, y quien no quiera asumirlo es un imbécil... pero eso de que la razón no sirve para la exis¬tencia, búsquele la vuelta, amigo, porque no hay. La in¬teligencia no sirve para nada. Yo te lo pregunto a ti, ahora. ¿Para qué sirve la inteligen¬cia? - Yo te diría la misma res¬puesta que una vez me dio un profesor de filosofía: "La ca¬pacidad que tiene el hombre para resolver los problemas". -¿Cuáles problemas? -Supongo que desde el más existencial hasta el más uni¬versal. -Lo existencial, ¡la existen¬cia! La existencia no sirve si¬no para torturarte, mientras más inteligente soy, más des¬graciado soy. DE GALICIA LLEGA UNA HERENCIA -Nos estamos metiendo en profundidades y las cuartillas no me alcanzan ¿Por qué, para cerrar, no hablamos de tu existencia entre Ciudad Guayana y el Tigre? -¿Entre Galicia y Ciudad Guayana querrás decir? -A propósito de Galicia, Abraham Saloum me dijo que andabas por esa provincia de la Coruña tomando posesión de una herencia. Entonces, ¿eres rico? -Soy rico y no soy rico. Tengo tierras, tengo apartamento y en conclusión no tengo nada porque la mitad se lo traga el impuesto. -¿De quién heredaste? - De mi padre homólogo Francisco Arévalo, casado con mi madre Carmen Rodrí¬guez, de Ciudad Bolívar. Lle¬gó de Galicia a los 19 años cuando Puerto Ordaz estaba en formación. De manera que él fue pionero de esa ciudad y allí falleció a la edad de 27 años en 1959. -¿En el año en que naciste? -Exactamente, nací en San • Félix en 1959. ¿Y vives allá? -Vivo en Unare Uno, en un rancho con aire acondiciona¬do. -¿En un rancho? -Bueno, en un trailer. POETAS, NARRADORES Y ENSAYISTAS Dime, una cosa, quiénes de los activos crees tú son los po¬etas fundamentales de Guaya¬na. Yo creo en Mimina Rodrí¬guez Lezama y en Teresa Co¬raspe como poetas fundamen¬tales dentro del contexto de la literatura guayanesa y des-pués, si nos bajamos, de pri¬mero está Abraham Salum a pesar de que sea un hol¬gazán para escribir. Tengo que hablar de Pedro Suárez, de Pe¬dro Osty, de Néstor Rojas, bueno... ¿Quién más? Y en la narrativa ¿Milagros, por supuesto? -¿Te gusta Milagros? -Sí, como no, Milagros. Sí, Milagros, ¿Quién más? Ah, bueno, mi amigo René Silva Idrogo que no se ha decidido. -¿Cómo es eso que no se ha decidido? - Coño, chico, porque me sale con unos adefesios de intentos de novela... sabes que con Re¬né me pasa una vaina muy in¬teresante, René empezó a no-velar muy bien, pero des¬pués... ¿Se cayó? - Espero que se recupere, que se discipline. ¿Y Carlos Giusti? A Carlito yo lo conozco mu¬chísimo, pero él no es narra¬dor, él es ensayista. Creo que el único ensayista que existe por estos predios. Profundo, urticante, jodedor. - Ludovico decía que el poeta o, mejor el literato, para ser creador tiene que enfrentarse a la muerte porque ésta es co¬mo una especie de sirena que lo llama constantemente. ¿Te ocurre eso? -Eso es verdad. A mí siempre me ha merodeado el fantasma del suicidio. -¿Por eso casi siempre andas con un pote en la mano? -No puedo esconder que ten¬ga una afición alcohólica, pero ésta no tiene nada que ver con lo que escribo. Yo escribo conscientemente. Hasta aquí la entrevista im¬provisada con un poeta y na¬rrador que como Omar Khay¬yan elogia al vino pero no se amarra a él en el momento de escribir. Nota: Este reportaje fue es¬crito en los primeros días de enero, pero no lo había publi¬cado por carecer de una foto¬grafía. Al fin me la facilitó Riolama, amiga del poeta.

viernes, 6 de agosto de 2021

LOS BRONQUIOS / Riolama Fernández

No hay mayor dolor que el desamor, sentir que no se es amado es la mayor fuente de desdicha y tristeza. La tristeza puede manifestarse en los ojos, en la nariz, en la garganta, en el estómago, en el corazón, pero cuando se parte el alma, literalmente se parten los bronquios, sientes el dolor justamente en el pecho, un dolor agudo que paraliza la respiración, te ahogas y da asma. Los alergólogos suelen decir que el asma es falta de madre, y no es precisamente que no la tengas, es que sientes que no la tienes. Crecer con la sensación de orfandad, tal vez sea incluso más triste que ser realmente huérfano. Saber que tus padres murieron es doloroso, pero tener padres y sentir que no te quieren es la muerte del alma. Es un dolor tan grande, solamente comparable físicamente a un bronquio roto. A mí se me rompió un bronquio, siento las rasgaduras, como si un oso hubiera pasado sus garras, sangra. El olor ferroso de la sangre es inconfundible y su sabor metálico, lo sé roto, al igual que lo saben hace días las bacterias que detectan la muerte, ya se han alojado ahí, y ya empezaron a producir cadaverina, esperando como espectadores de primera fila la función del deceso inminente, que debería producir un bronquio sangrante. Lo percibo pegada a una olla de agua hirviendo, el vapor me ayuda a respirar, me cuesta hacerlo, me he esforzado tanto en lograrlo que el bronquio se ha resquebrajado. Teóricamente habré de morir en cualquier momento si me quedo aquí haciendo lo mismo que he hecho desde hace semanas, sobrevivir con antiasmáticos de mantenimiento. Ser asmática nunca fue tan problemático, me daba asma y me internaba tres días en una clínica, me acostaba en una cama y los médicos y enfermeras se encargaban de todo, yo salía de allí con una sonrisa de oreja a oreja llena de corticoides, pero ahora, el gobierno eliminó los seguros médicos y los centros de salud están repletos de enfermos con coronavirus, ni soñar acercarme, contaminarme en estas condiciones seria comida inmediata para las bacterias que ya están al acecho de mi muerte. De pronto miro a esa mujer doblada tratando de respirar, me encuentro en un lugar donde no hay dolor, solamente tengo conciencia de lo que sucede, pero no siento su pesar. Empiezo a dar instrucciones, haz esto, haz aquello, haz esto otro. Me obedezco a mí misma casi a rastras. Esos dos yo, una conciencia que orienta y no sufre, que poco le importaría desprenderse de ese cuerpo y dejárselo a las bacterias que sí lo quieren, y mi recuerdo de que hasta hace unos días era tan fuerte, llena de energía, ayudando a todo el mundo, otra conciencia que sabe que no es justo que muera así. Hace apenas dos días orientaba por teléfono a varios consultantes de cómo sanar y me comentaban contentos que lo habían logrado. Yo muriendo y ayudando a salvar a otros, siempre mi energía en otros cuando yo necesito más, y la ayuda que yo misma puedo darme en cualquier momento no será suficiente, y ese momento sé que es hoy mismo, más tarde, dentro de poco, pero casi no puedo caminar, así que me resigno y me pongo a lavar los paños de cocina, porque aún estoy viva pero la mente y el cuerpo ya no dan para más. Cuando sabes que vas a morir, también sabes que no has hecho todo lo que querías y también sabes que no puedes hacer nada al respecto, te resignas que eso es todo, que todos vamos a morir y te alistas con absoluto desprendimiento y resignación. Desprendida me baño, me visto y tomo una pastilla de cada cosa que tengo, sabiendo que no va a impedir lo que está a punto de ocurrir, también muerdo una hoja de “siempre viva” y coloco otra en mi bolsillo, salgo a hacer algo por mí, pero todavía no sé qué. Llegué caminando a un destartalado Centro de Salud, obreros pintaban las paredes y enfermeras sentadas conversando, sin pacientes, les dije que necesitaba ser nebulizada, se miraron unos a otros y a mí con lastima, “no tenemos nada”, “aquí no hay nada” –dijeron- “vete al hospital”. Rápidamente repaso la situación del país, no hay transporte por falta de gasoil y gasolina, hay escasez de dinero en efectivo, yo no tengo dinero, apenas cinco dólares, casi no puedo caminar sin asfixiarme, a duras penas llegué allí caminando, si uso los dólares en pagar un taxi hasta el hospital, en el hospital no habrá medicinas y tendré que comprarlas y no tengo, el hospital desbordó el ala de pacientes con covid y es foco de contaminación, no debería ir allí, mejor uso el dinero en medicina, entonces les pregunto _”si voy a la farmacia y compro la medicina ustedes me la aplican?”- aliviados de poder ayudarme y con los ojos muy abiertos casi saltan “sí, sí, ve a comprarla, nosotros te la ponemos”. Ni siquiera sabía si era capaz de llegar hasta la farmacia, me había tomado un corticoide, un antiasmático y un antialérgico y masticado la hoja de “siempre viva”, sigo fuerte, tal vez pueda llegar, pero no sé si pueda regresar. Recordé la hoja que tenía en el bolsillo, no alcanzaría a masticarla. Apenas caminaba y la acariciaba como si fuera un Cristo o algo que me daba aliento. En la farmacia había la medicina, pero no tenían la solución fisiológica para aplicarla, con esfuerzo regreso al Centro de Salud y me dicen lo que ya intuía, que tampoco tienen la solución y no me la pueden aplicar. Regreso a mi casa, me da un ataque de asma, llamo a mi madre y le digo todo lo mala que ha sido desde que tenía tres años hasta adulta, le saqué desde las nimiedades hasta lo que más me había dolido, todo a conciencia, para sacar lo emocional en un intento ultimo de sobrevivir al asma. Creía que si le decía todo lo que me había hecho daño, el dolor saldría de mi cuerpo y el asma se iría, trataba de salvar mi vida, no herir a mi madre, pero en medio del dolor le gritaba, no precisamente a ella, gritaba del dolor. En medio del ahogo recordaba toda la gente que se había aprovechado de mí, el desamor que recibí a cambio del amor que siempre entregué, el pecho se partía, el bronquio se rasgaba cada vez más, el dolor físico llegó a ser más insoportable que el dolor del alma y no es cualquier cosa. Llegué a preferir el dolor emocional, pero la mínima emoción me agravaba el dolor físico. Eso sí que es sufrir. Por primera vez me importé más yo misma que los demás. No me importaba el dolor que pudiera causar a otros, ni a mi madre, me importaba mi propio dolor. Le di uso a mis almohadas, su verdadera utilidad es para abrazarlas durísimo, como cuando amas a alguien y no quieres que se vaya, pero te aferras a la almohada para que el dolor se vaya, como si la almohada es ese alguien que necesitas contigo. Son buenas las almohadas para amortiguar el dolor. Mi madre me llama por teléfono, la misma que había insultado hacía un rato, me pregunta donde estoy que ella va a buscarme, le digo que en mi casa, y le pregunto que donde está ella, que cómo va a buscarme si no hay transporte, -me fui caminando -me dijo -estoy en el Partido Socialista Unido de Venezuela, estaba en la vía y me metí aquí, dime ¿qué necesitas? No podía creer que con todos los insultos que le había dado ella hubiera salido a buscarme, se había ido caminando y entrado a la sede del partido del gobierno dictatorial y ahora me pregunta qué necesito –solución fisiológica -le dije -tengo medicina, pero no me la pueden aplicar porque en el Centro de Salud no hay solución fisiológica. La directora del Partido toma el teléfono y me pregunta mi dirección y cómo voy a estar vestida, que ella me va a enviar la solución fisiológica con unos motorizados para que mi mamá no tenga que ir caminando a mi casa. Le di la dirección y le dije que iba a estar con una mascarilla fucsia, no hay mucha gente con mascarillas fucsia, me van a reconocer. Salí de mi casa con esperanza, si el Partido de gobierno me regala la solución fisiológica tal vez ya no me vaya a morir. Inmediatamente llegaron los motorizados –mascarilla fucsia, aquí está la solución- dijeron y se marcharon a la misma velocidad con la que llegaron. De pronto estoy parada en la calle con la solución en la mano mirando a los malandros alejarse en la moto y me dan ganas de llorar, que en el Partido haya solución fisiológica y en los Centros de Salud no, pero no puedo darme el lujo de llorar, tengo un bronquio roto, si lloro me va a doler y estoy en la calle, no tengo la almohada aquí. Caigo en cuenta del sacrificio de mi madre de salir caminando a la sede del partido de gobierno a buscar una solución para mí, eso sí es amor, porque mi madre odia al gobierno. Y el gesto amoroso me da la fuerza que necesito para caminar nuevamente al Centro de Salud, pero ya es mediodía, el enfermero había comido y estaba haciendo la siesta, así que yo debía esperar. Me siento con la botella de solución en una mano y la medicina en la otra, sentí el tiempo eterno, al punto que entendí que la eternidad es realmente atemporal, miraba y no veía, ya no sabía si respiraba o no, si estaba viva o muerta, simplemente estaba sentada con las medicinas en las manos y tal vez había muerto sentada en un Centro de Salud con una medicina que yo había comprado en la farmacia y otra que había pedido mi madre al Partido de gobierno, y ahora esperaba que un enfermero cubano hiciera la siesta. Una manera muy política de morir para alguien que hacia un programa de televisión criticando las políticas. Tal vez no veían mi cara de moribunda por la mascarilla que llevaba puesta, he debido elegir un color menos alegre, posiblemente el fucsia sea muy festivo para estar muriendo. En medio de la eternidad, alguien me toca el hombro, un ángel, Dios, Cristo, una enfermera –venga señora, yo la voy a atender. Abrí los ojos, que nunca cerré del todo, solamente que ya no veía, también abrí la cartera y saque un catéter, lo llevé por si acaso en el Centro de Salud tampoco había, y la enfermera ángel se sonrió y dijo- de eso sí tenemos, yo la voy a atender porque el enfermero esta indispuesto, parece que tiene diarrea, no sale del baño. En el cubículo de enfermeras no había camilla donde acostarme, me ubica en una silla rota y busca un tubo donde colgar la solución pero era muy bajo, llamó a un miliciano alto para que la colgara de la ventana, me puso la vía y la medicina empezó a pasar, ya sé que por hoy las bacterias se quedarán esperando. Las bacterias no pierden el tiempo, realmente ellas no han esperado en vano, ya no devorarán mi cuerpo, pero mis células han entendido que murieron, el efecto de la cadaverina les borró la memoria, mi lengua empieza a hincharse cada vez que pasa algo cerca de mi boca, todo lo reconoce como dañino, debo enseñarle como a un niño que es bueno y que es malo para mí. Vuelvo a ser un bebé.

jueves, 25 de febrero de 2021

Historicidad: categoría de historia, tiempo y clima intelectual

Ángel Américo Fernández Historicidad: Es un concepto complejo que implica una auto reflexión, un darse cuenta de que todas las acciones humanas trascendentes que marcan rupturas, rebasamientos, hitos evolutivos o dejan huellas en el devenir del mundo, forman parte de la historia. Sin embargo, más que destacar acontecimientos en una época específica, lo que interesa es reflexionar sobre la propia historia. En este proceso intelectual se pone acento en un carácter cardinal de la historia: su temporalidad. “La Historia no es sino la vida captada desde el punto de vista del todo de la humanidad, que constituye una conexión” (Dilthey, W. 1944.p.281). La temporalidad es intrínseca a la vida; la vida en sí misma por contener el tiempo es un fenómeno histórico. La vida no puede ser llevada ante el tribunal de la razón. La vida es histórica en cuanto es captada en su marcha en el tiempo y en el nexo efectivo que así surge” (Ibíd. p. 286). La idea de tiempo es clave para encarar el proceso de comprensión de la historia, sobre todo porque el tiempo se encuentra acompañado de cierta entonación cultural y de un cierto clima de ideas que lo animan y contribuyen a configurarlo. En el célebre fragmento de Hegel citado por Marcuse. H (1972) se lee: “El espíritu, por esencia, es afectado por el tiempo, pues existe sólo en los procesos temporales de la historia. Las formas del espíritu se manifiestan a sí mismas en el tiempo, y la historia del mundo es una exposición del espíritu en el tiempo” (p.220). Aquí referimos a Hegel sólo para ver la importancia del tiempo en relación con la historia, pero por descontado que la historia no es producto del autodesarrollo del espíritu absoluto. El único espíritu implicado en el mundo histórico es el espíritu humano. “El modo de ser de la subjetividad como historicidad absoluta es su temporalidad” (Husserl). En consecuencia, el tiempo pensado en esta problemática nada tiene que ver con la idea de tiempo cronológico, es un tiempo intelectual o filosófico condensado en una atmósfera o ambiente de ideas que tienen influencia decisiva en las acciones o prácticas humanas. En este marco el tiempo sería un riel que indica ciertas direcciones o coordenadas de navegación para el transcurrir de los hechos históricos. Es en ese marco donde se inscribe la metáfora, también de Hegel, el “espíritu del tiempo” o el “espíritu de la época”. La historicidad es el pensar sobre la historia, pero es también captar la sensibilidad de un cierto ambiente, como si el enclave intelectual, la cultura y las ideas cobraran vida propia, incluso como componente ontológico para influir en las acciones de los hombres. Comprender el sentido del tiempo en relación con la historia, he allí el rasgo sustantivo de la historicidad. A modo pedagógico se podrían citar variadas y múltiples referencias. Por ejemplo, un tiempo de profunda religiosidad como el de la Edad Media europea sirvió para apalancar un movimiento como las Cruzadas. Un ambiente de crítica intelectual con aires liberales fue el marco en el que se desencadenó la Revolución Francesa. De la misma manera un tiempo signado por exacerbados nacionalismos preparó el terreno para la primera guerra mundial. La historicidad en este aspecto constituye un plexo de sentido que permite explicar la acción socio-histórica para dotarla de contenido, y es además un componente analítico del que se sirve el investigador de la historia en su narrativa. Eso no significa que sólo constituya una apelación post facto. Grandes pensadores han dado cuenta de la historicidad como actores e intérpretes del presente como ocurrió con el Voltaire de la Revolución Francesa y el Hegel de la era napoleónica y de la Restauración. También conviene precisar que la historicidad se liga comúnmente a la idea de cambio, pero especialmente al tipo de cambio que la vida humana puede esperar cuando brote el contenido de la historicidad. El epistemólogo venezolano Rigoberto Lanz. (1993) señala que es la Ilustración como paradigma gnoseológico de la modernidad la que incorpora la historicidad como horizonte de sentido del pensamiento y de la práctica social. (p.29). Un debate medular a propósito de la historicidad es si la historia humana marcha hacia un lugar o una dirección, esto es, si la historia tiene un sentido. La filosofía de la Ilustración postuló que la historia marchaba hacia el progreso. Hegel escribió que la historia tenía en su carga teleológica reconciliarse con la razón en la finalidad de la libertad. Marx elaboró el relato de una historia que conducía hacia la “sociedad sin clases”. En tanto Nietzsche disuelve el “gran sentido” elaborando una severa crítica al tiempo homogéneo y lineal de la concepción judeo-cristiana hasta decantarse a favor de una noción de sentido anudada a la vida, en la que se pueda hacer lectura de las sociedades humanas conviviendo en distintos climas morales. Se abre así el juego hacia un pensamiento de la perspectiva, entonces cada pueblo o cada sociedad construye una dirección o sentidos diferentes. Desde esta modesta bitácora sostenemos que no hay “leyes de la historia” ni puntos de llegada a la manera de “tierra prometida” prefiguradas desde la modernidad o desde el historicismo marxista. Pero tampoco suscribimos planteamientos nihilistas de absoluta disolución del sentido no sólo de la historia sino de la realidad. La historia no puede ser vista como un mero devenir mecánico de sucesos; a la realidad humana no se le debe dar lectura como una vorágine de pura sucesividad. La realidad humana como “humanidad vivida” y concienciada del “tiempo que la vida es” (Heidegger) en su historicidad, comporta algo de anticipación, de meditar cursos de acción, de prefigurar proyectos y lidiar con “lo contingente”. Naturalmente el tiempo que “la vida es” tiene una enorme carga de pasado, por eso es historia y temporalidad, pero es también tradición, cuerpo de ideas, conciencia, capacidad de anticipación, proyectar hacia el futuro, eso sí, a contrapelo de contenidos proféticos o mesiánicos. Tomamos distancia neta de un sentido totalizante o trascendental, pero si se disuelve por completo el sentido no ya de la historia sino “en la historia”, una gruesa parte de la historia quedaría sin explicación incluyendo acontecimientos brutalmente trascendentes. Me parece que en la evolución de las instituciones, en el avance del conocimiento y en las expresiones culturales se encuentra un basamento muy fuerte para sostener que no se puede plantear ese extremo de una historia de sucesividad pura en un escenario de “abolición del sentido”. Referencias Dilthey, Wilhelm. (1944). El mundo histórico. Edit. Fondo de Cultura Económica. México. Marcuse, Herbert. (1972). Razón y Revolución. Alianza Editorial Madrid. España. Lanz, Rigoberto. (1993). El Discurso Posmoderno: crítica de la razón escéptica. Universidad Central de Venezuela. Caracas.

viernes, 9 de octubre de 2020

La escuela histórica: Nieburh, Ranke, Droysen y Dilthey

Ángel Américo Fernández La llamada escuela histórica es un acontecimiento cultural alemán del siglo XIX nacido en el clima del romanticismo. Así como el dieciochesco siglo de la Ilustración fue llamado el siglo de los filósofos, el siglo XIX -dice E. Cassirer- es el siglo de los historiadores. Las coordenadas de la época estaban marcadas por el idealismo de Hegel, el peso del racionalismo ilustrado y la cantera de la tradición como aporte romántico. En este contexto es que se da la emergencia de una élite intelectual de historiadores de talante que se expresa en la agudeza de hombres como Nieburh, Ranke, Droysen y Dilthey. Sus desvelos teóricos versaron sobre cuestiones como la autenticidad de las fuentes, la objetividad, la construcción del conocimiento histórico y el sentido de la historia. En punto al orden de la exposición de sus ideas, repasaremos a estos autores por separado. Barthold Nieburh Nieburh (1776-1831), filólogo, investigador y profesor de historia de la Universidad de Berlín, cátedra que asumió desde 1810. Con este pensador se gesta un cambio sustantivo que va a modelar la historia como ciencia moderna cuando toma contorno el matrimonio entre la tradición histórica literaria y la erudición documental en el marco de una concepción de la historia que asume “el fluir temporal humano como proceso causal, inmanente, irreversible y racional, y ya no sólo como mera sucesión cronológica de acontecimientos” (Moradiellos, 2001, p. 51). En Nieburh hace su aparición un método histórico crítico con anclaje en un trabajo filológico que interpela a fondo los documentos desde un esquema teórico-ideológico y político trenzado en el pensamiento del investigador. La intención es que la narración histórica “debe revelar, como mínimo, alguna probabilidad de conexiones generales de los acontecimientos” (Id). La obra principal de este autor es la Historia Romana en dos volúmenes. Allí, el origen del Estado romano no es abordado con base en relatos como los de Tito Libio y los clásicos, sino como la formación de un aparato histórico con su gramática para la organización y el control de una comunidad histórica en crecimiento. Un ilustre de la propia escuela histórica ha valorado su performance en estos términos: “Su gran profundidad histórica y política, su arte de interrogar las fuentes, su arte maestro de la interpretación de situaciones y condiciones políticas le permitieron mostrar cosas, de las que Libio y sus contemporáneos no tenían sospecha alguna (Droysen, 1983, p.103). La obra de Nieburh significó la transición de la erudición a la ciencia histórica. Se deshizo la tradición fabulosa. Su hilo conductor era reconstruir la realidad del pasado a fin de “establecer las conexiones significativas entre acontecimientos y estructuras”. Leopold Von Ranke Ranke (1795-1886), nació en Wiehe, Alemania y ocupó cátedra en las Universidades Humboldt y Berlín. En este pensador hay una preocupación por una epistemología de la historia y un enfoque destinado a desentrañar el móvil profundo del proceso histórico. En este terreno se encuentra su concepto de acción como clavija de la historia universal. “se define precisamente por esto […] Una acción lo es cuando hace historia, esto es, cuando tiene un efecto que le confiere un significado histórico duradero. Los elementos del nexo histórico se determinan pues de hecho en el sentido de una teleología inconsciente que los reúne y que excluye de él lo que no tiene significado” (Gadamer, 1984, P.260). Una acción libre se vuelve históricamente decisiva cuando va abriendo un momento auroral, articulación de hechos que hacen época o que generan crisis, cambios, desplazamientos jalonados por individuos de la historia o, en la acepción de Ranke, “espíritus originales” que bregan de modo autónomo en el teatro agonístico y dialéctico de las ideas o en las grandes confrontaciones entre naciones o Estados, contribuyendo con sus acciones a espolear hacia el futuro. Para explicar los móviles profundos del proceso histórico apela Ranke al concepto de fuerza, porque ésta es desencadenante de procesos, de relaciones causa/efecto y especialmente, de una apertura porque “una fuerza original y común de todo hacer” es lo que se llama libertad. Estamos ente una concepción universal de la historia en la que quedan relevados los planes y las concepciones de los hombres actuantes en los procesos, pues el sentido del acontecer se apoya explícitamente en los efectos históricos que permiten identificar las fuerzas históricas. En este contexto, no resulta extraño que para Ranke los Estados no son meramente estructuras políticas o de derecho, sino fuerzas vivas “seres espirituales reales”. Ranke los llama “ideas de Dios”, y precisamente aquí topamos con el presupuesto de las llamadas fuerzas, tienen un origen espiritual y su sistematización hace pensar en una suerte de panteísmo. La invocación de la categoría “fuerza” le permitió a Ranke pensar en la trabazón de la historia como dato de origen. La fuerza alcanza su realidad como juego de fuerzas y la historia es uno de estos juegos de fuerza. La mencionada tesis tiene implicaciones en su interpretación de ciertos pasajes de la historia europea: Europa surge como resultado de un conflicto de fuerzas entre los pueblos románicos y germánicos. Johan Gustav Droysen Droysen (1808-1884), ocupó la cátedra de historia en las Universidades de Jena y Berlín. Su obra máxima titulada Histórica tiene una plaza asegurada entre las más profundas del pensamiento sobre el devenir humano. También escribió un libro sobre Alejandro Magno. En su Histórica marca ruptura contra el empirismo ingenuo y contra el espiritualismo hegeliano. En cambio, aunque no lo dice explícitamente, se nota muy envuelto en el “aire de familia” distintivo del concepto de “fuerza” esgrimido en la argumentación de Ranke. En esa línea extraerá de su “caja de herramientas” el concepto de “poderes morales”. Sostiene que la investigación histórica no se sustenta en indagar los secretos de las personas individuales sino en lo que los individuos significan en el movimiento de los poderes morales. Allí queda conectada la historia con el campo de la acción práctica en asuntos como el hacer, el deber, la patria, el convivir, lo ético etc. “No son los modelos individuales sino todo el rasgo superior ético de la historia lo que debe llenarnos: este tipo de lo esencial. De lo poderoso, de lo sublime, este poder de los grandes puntos de vista, de los grandes motivos, de las fuerzas, del espíritu de grandeza (Droysen, 1983 p.372). En este marco, el concepto de los poderes morales se convierte en la clave maestra y central para fundar el modo de ser de la historia, su estructura, pero también en el fundamento de la posibilidad del conocimiento histórico. El referido estamento conceptual tiene la ventaja de poseer unos contornos más objetivos desde un punto de vista histórico que el concepto de fuerza. A este tenor revisa el significado de “hecho histórico” para sostener que el individuo aislado en lo azaroso de sus impulsos y objetivos particulares, no puede ser ponderado en la historicidad. El individuo sólo se constituye en el estelar plano de la historia cuando es capaz de elevarse hasta los aspectos morales comunes y participa en ellos. Navegando sobre el concepto de fuerza heredado de Ranke, este extraordinario hermeneuta funda la historia universal sobre un andamiaje cohesionador de lo histórico más reconocido y objetivo condensado en la fuerza moral o “los poderes morales”. En ellos se encuentra el principio de articulación y unificación como un todo de la historia universal. La fuerza moral del individuo se constituye en poder histórico cuando se incardina en el trabajo para los grandes objetivos comunes. Es poder histórico porque es lo permanente y poderoso que marca la impronta en el curso de las cosas. Las configuraciones de la realidad son determinadas por los poderes morales, suerte de “anillos éticos” que se contraponen, coexisten y se suceden en las “comunidades naturales”, desde la familia y la tribu, pasando por la esfera del saber, el arte y la religión, hasta llegar a la esfera del poder y del Estado. Estas esferas son comprensibles porque son expresión, y eso la eleva a la esfera de la historia y del sentido (Gadamer H., 1984, p.275)). Este autor se caracterizó por pensar la historiografía en categorías estético-hermenéuticas reconstruyendo fragmentos desde la tradición. Wilhelm Dilthey Dilthey (1833-1911), nativo de Biebrich en la Renania. Trabajó en la Universidad de Basilea y en la Universidad de Berlín, destacando con obras maestras como Mundo Histórico e Introducción a las ciencias del espíritu. En su teorización se establece que el fundamento último de la historia como ciencia del espíritu es el concepto de “vida”, pero no se trata de la vida en términos biológicos, sino de la vida humana como explosión de la riqueza y multiplicidad de la “vida histórica”. En su Introducción a las ciencias del espíritu dice: “La única vida que puede llamarse vida a pleno título es la vida humana…el pensamiento no puede ir más allá de la vida…un proceso de fundamentación del conocimiento está obligado a remontarse a la vida” (1944, Documentos autobiográficos XIX), La vida humana está dotada de espíritu, es la única que puede engendrar el tejido de la historia, la única que puede crear las grandes formaciones culturales en el tiempo. La especificidad del mundo histórico, a diferencia de la naturaleza, es que en ese mundo espiritual se puede fijar a las cosas o a las acciones, valor, significado y fin (Mundo histórico, 1944, p.103). Lo histórico como objeto se constituye “en la medida en que “se viven” estados humanos, en la medida en que se expresan en “manifestaciones de vida” y en la medida en que estas expresiones son comprendidas (Ibíd., p, 107). Las objetividades de la historia quedan identificadas como ssucesos, naciones, Estados, iglesias guerras y creaciones culturales, pero lo medular es aferrar los motivos espirituales que los generan en aras de fijar las conexiones de sentido. Algunos autores han endosado a la obra de Dilthey un cierto psicologismo, pero esa apreciación no es correcta, por cuanto Dilthey no se queda atrapado en una vivencia solipsista o en una subjetividad que contempla el mundo, pues una lectura seria de su obra permite captar su envite maestro cuando echa mano del concepto hegeliano de “espíritu objetivo” que implica la noción “comunal” o “mundo compartido” que implica la cultura, la historia y las formas simbólicas. Por tanto, se produce el encuadre del mundo histórico como mundo simbólico que tiene a la base una comunidad de habla. He allí el lecho para echar a andar la empresa hermenéutica que supone interpretación y comprensión incardinado a reconstruir desde la tradición el universo pragmático-semántico de las comunidades históricas. Referencias Dilthey Wilhelm (1944) El mundo Histórico. Fondo de Cultura económica. México. Dilthey Wilhelm (1944). Introducción a las ciencias del espíritu. Fondo de Cultura Económico. México. Droysen, Johan (1983). Histórica . Ed. Alfa. Barcelona. Gadamer, Hans. (1984). Verdad y método. Ed., Sígueme. Salamanca. Moradiellos, Enrique (2001). Las caras de Clío. Ed. Siglo XXI. Madrid

sábado, 3 de febrero de 2018

Karem Suárez publica su primera novela / Néstor Rojas


Karem Suárez, acaba de publicar su novela “Las lágrima de una inmigrante” (publicado por Sultana del Lagos Editores).
En los últimos años se han publicado en Latinoamérica diversos libros sobre la inmigración. Hoy día Venezuela se ha convertido en una referencia del tema. Millones de venezolanos han salido del país, tratando de encontrar futuro en otras partes del mundo. Son miles y miles de compatriotas que se han ido con la esperanza de mejorar su situación y poder ayudar desde el exterior a sus familiares, que quedan aquí en condiciones complicadas.
Recientemente la venezolana Karem Suárez enfoca en su novela “Las lágrima de una inmigrante” (publicado por Sultana del Lagos Editores) el tema de la inmigración de una manera muy interesante. No es la historia de la inmigración más reciente de venezolanos en éxodo hacia diferentes partes del mundo, pero sí una experiencia de vida particular y dolorosa que se hizo escritura autobiográfica. Como dice la propia autora: “se basa en la historia de amor de una mujer caribeña que se fue a Montevideo a migrar sin ningún tipo de nivel de conciencia, sin cerrar ciclos, buscando el amor, sin saber que primero debía amarse a sí misma y desapegarse de sus corazones en Venezuela para poder abrirse al éxito y al verdadero amor sublime”.
Karen Suárez estudió Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello. Se graduó de abogada y luego de especialista en Derecho Procesal. Estuvo de permanencia en Montevideo. Uruguay, Posee una Maestría en Mindfulness. Publicó el poemario Versos Libres y Peregrinos (Disponible en Amazon).
“Las lágrimas de una inmigrante/Mindfulness para el ser/Crisis con plenitud” es su primera novela publicada por Sultana del Lagos Editores y disponible en Amazon. Actualmente colabora con el diario cultural venezolano El Maracaibeño, la revista literaria “El Poder de Las Letras” y la revista literaria “Eternity” de España. También colaboró con la Fundación Aliber, para enfermedades raras, participando en el Libro “Universo de Esperanza, Lucha por La Vida”. Pertenece al Movimiento Poético de Maracaibo. Próximos literarios en gestación: poemario “Cantares de Medianoche”, “De cómo vivir sin despedidas” (novela en proceso). Actualmente realiza diplomado sobre poesía guayanesa bajo el tutelaje del poeta y profesor Néstor Rojas.

lunes, 11 de diciembre de 2017

La Poesía de Argenis Daza Guevara


El Poeta José Quiaragua Pinto me ha enviado desde Caracas, tres ejemplares del libro “Sin ninguna Extensión bajo palabra”, edición post morten, del poeta Argenia Daza Guevara, a  objeto de interesar a Ramón Córdova Ascanio para bautizarlo en la Galería “José Martínez Barrios”, de su bufete, en la ocasión de él celebrar los 50 años de periodismo de Enrique Aristeguieta.
El libro de mil ejemplares, fue dado a la luz y puesto en circulación por la Editorial Espada Rota, colección dorada,  como homenaje al poeta, muerto en accidente.
Argenis Daza Guevara nació en Tumeremo en 1939 murió de un accidente  en Caracas en 1994. Hizo estudios de Derecho en la Universidad Central de Venezuela. Poeta y ensayista de destacada trayectoria. Profesor de la Escuela de Comunicación Social de la UCV y colaborador de diversas publicaciones periódicas venezolanas. Perteneció al grupo literario "En Haa", de fuerte presencia en el quehacer cultural de los años 60. Su obra poética está recogida en los libros: Espadas ebrias, 1959; Actos de magia, 1964; Juego de reyes, 1967; Irreales, 1973; Testimonios, Héroes y Cábalas, 1976.
Las palabra de envío del poeta Quiaragua dice:  “Américo, Daza dejó amigos que lo recuerdan en las barras de esta ciudad.  Fue un gran amigo que me acercó a los poetas ingleses.  A Ramos Sucre y a  Yorges Seferis.  Excelente conversador y mejor  para la noche y los vinos.  Siempre lúcido con mente de alguien que en equilibrio, está construyendo una poesía erudita, de asombro, dualidades y certeza”
La poesía de Argenis, por lo que he leído, no es una poesía discursiva, expresiva, de fácil acceso, como la poesía de Pablo Neruda, Andrés Eloy Blanco o Víctor Salazar su compañero de ruta junto con José Balza y Carlos Noguera, es más bien, una poesía hermética, cerrada, casi asfixiante, que da saltos y se sumerge en incomprensibles profundidades.
Velias Bosch, en  su antología “Gente del Orinoco” dice que el “poeta guayanés reafirma sus méritos poéticos en la ambigüedad de su lenguaje lírico y en la vigoroso aprehensión de la realidad como juego y artificio existencial”.
En el año de aparición de su libro Actos de magia,  su paisano Guillermo Sucre, señaló el universo mágico como elemento predominante en la poesía de Argenis "pero su poder transfigurado no es nunca tan dominante, su especial disposición para captar lo alquímico y lo mágico en estado de gracia y de pureza" (. ..) "Sería equivocado ver en estos versos un reflejo simplemente idealizado de la realidad física. Se trata, más bien  una creación mítica donde lo real se niega toda virtualidad  y se vuelve imaginación pura y absoluta".
El escritor y crítico, Juan Liscano califica su poesía de elusiva y ambigua, en tanto, Luis García Morales la denomina “poesía con esa antigua noción de lo poético".
Este último libro de Argenis es como lo indica un poema utilizado como título, una “secuencia de abismos en tonalidades distintas”.  Así podríamos sentirlo en este poema con el cual se inicia su libro:
PERENNES / A perpetuidad / mantén el azar de lo continuo / de toda distancia  / semejante a muerte y acto de vida  / en el múltiple ser uno y ninguno. Acoso del tiempo / parsimonia / sombra sin sombra ni caída fuera de sí./ Etapas innecesarias
Destierro / sonidos de tempestades comenzadas en los delirios ocultos / los nombres amados / pertenecen a las conciencias donde no hay lugar para nombres amados. Cesa la síntesis. / Asomo tras asomo / lo próximo en retroceso / y bajo y sobre / encuentras el discurso del arrepentimiento.
         Siguiendo la calificación de  Liscano de ambigua y  elusiva, vale decir no concreta y específica sino de diversa interpretación, he pensado  que en este poema, el Poeta recomienda una opción en la verdad de la perennidad o perpetuidad, la opción del azar. Porque a fin de cuentas eso es la vida, un juego de azar, en que la sorpresa de lo inesperado es el aliciente lúdico de la existencia, suficiente para uno que no es nadie no obstante ser uno, múltiple o ninguno.  Siempre acosado por el tiempo que virtualmente no hace mella en nuestra sombra parsimoniosa sin sombra que lo cobije aún en “caída fuera de sí”, en todo caso, son etapas de la vida no necesarias si constantemente estás en el destierro  atormentado por los “sonidos de las tempestades comenzadas en los delirios ocultos” de los nombres amados que bien sabemos pertenecen a la conciencia  donde no existe lugar para ellos.  La vida es una síntesis de asomo tras asomo donde lo próximo retrocede hasta cesar bajo tierra prendido de la angustia de poder aflorar  hasta dar con el discurso del arrepentimiento por haber nacido o vivido. 


                   

jueves, 6 de octubre de 2016

V Encuentra de Poetas

Jorge Rafael Casanova Basanta

2:47 (hace 5 horas)
para abelAMARILISANGELAPOLINARArlisARNALDObonayerCARLOSCarlosCARLOSCarlotaCIDESclarisaDanielDanielaDavidERIKADelruthEduardoEUCARIOHOUSNMariaJESUS
Hola, amigas y amigos. Deseo estén bien.

Les informo, que el "V ENCUENTRO DE POETAS Y ESCRITORES DEL ESTADO BOLIVAR", en homenaje a los honorables personajes:  Oscar Pirrongelli Seijas y Leopoldo Villalobos, que en principio estaba pautado para el 27 y 28 de octubre, fue movido una semana después, o sea, para el 03 y 04 de noviembre, por razones de seguridad y sensatez, en vista del acto político constitucional , que tendrá lugar en esa misma  semana.

Les agradezco, tomar las previsiones que amerite este cambio de fecha inesperado.

Saludos.

Un abrazo.